Según Leah Boustan, profesor de economía en la Universidad de Princeton, la razón por la que a muchos hijos de inmigrantes les va mejor que a los hijos de los nacidos en Estados Unidos puede deberse a la ubicación.

«Se ubican en ciudades muy dinámicas con grandes oportunidades de trabajo, y eso está contribuyendo a preparar a sus hijos para el éxito», afirma Boustan. «Descubrimos que los hijos de las familias nacidas en Estados Unidos que se mudan a otro lugar, se asemejan mucho a los hijos de los inmigrantes. Por consiguiente, lo que verdaderamente sucede es que los inmigrantes están dispuestos a ubicarse en buenos lugares, mientras que muchas familias nacidas en Estados Unidos permanecen en el lugar donde nacieron».

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Otra ventaja menos obvia para los hijos de inmigrantes, es que quizás sus padres tienen habilidades profesionales perfeccionadas y títulos universitarios en sus países de origen que no pueden ejercer en Estados Unidos, pero motivan a sus hijos a que se eduquen y tengan éxito profesional.

Los datos indican que los hijos de los inmigrantes actuales provenientes de México, República Dominicana, o Guatemala que se criaron en familias bastante pobres se desenvuelven tan bien como los hijos de los inmigrantes italianos, noruegos, y alemanes del pasado. También tienen más posibilidades que los hijos de padres igualmente pobres nacidos en Estados Unidos de pertenecer a la clase media o más allá.

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